Víctor Küppers tiene la receta de la felicidad. La compartió ayer con más de 500 personas en la 2ª edición de la conferencia “la importancia de vivir con alegría, ilusión y esperanza pese a las dificultades”, organizada por Open Heart Barcelona.
Küppers, que es formador y conferenciante, lo tiene claro: “tú eres como tú quieres ser”. Su fórmula mágica es la siguiente: v=(c+h) x a ¿Su significado? Tu valor como persona “v” es la suma de tus conocimientos “c” y habilidades “h”. Pero lo que multiplica dicho valor es tu actitud “a”.
Nadie escoge a sus amigos por sus conocimientos o por sus habilidades, lo hace por su actitud; por cómo es. Nadie te aprecia por tu cargo o por lo que ponga en tu tarjeta de visita, lo hace por tu personalidad. A las personas las quieres por su manera de ser.
Según Küppers, vivimos en un mundo en el que todo va muy deprisa. La gente vive pegada a la pantalla de su teléfono móvil y no mira a su alrededor. No tiene alegría, no tiene ilusión, no sonríe, no da los buenos días… Lo peor de todo, es que no nos sorprende. Es habitual estar desanimado pero eso no significa que sea lo normal. Por eso, “hoy quien es alegre es un héroe”. Y tú decides… ¿quieres vivir con alegría o de forma mediocre?
La psicología positiva consiste en vivir con entusiasmo. Eso implica sonreír, saludar, transmitir… No vivir con alegría conforma un estado de mediocridad. Sólo alguien que tenga un drama real (una enfermedad grave, la muerte de un familiar, no tener recursos económicos…) justifica no estar alegre. Y se comprende. Pero otra cosa son los problemas cotidianos del día a día, que no dejan de ser circunstancias a resolver.
Si estás siempre de mal humor y te escudas en que “es lo que hay”, vivirás con amargura. ¡Y hay alternativa! Lucha a contracorriente, con ilusión. Genera nuevos hábitos. En términos de psicología es lo que se llama neuroplasticidad del cerebro. Relativiza. La serenidad es una virtud, no es conformismo. Consiste en aceptar las cosas como son, no como nos gustaría. Porque no aceptar lo que no nos gusta es lo que nos hace sufrir. No gastarás energías en balde si tienes presente lo fantástico que hay en tu vida.
Si pierdes tu actitud, pierdes lo mejor que tienes. Renuncias a tu manera de ser. Lo que nos mueve en la vida es el estado de ánimo. Cuando vas con alegría sacas lo mejor de ti: eres tú en tu mejor versión. Y es que “ser alegre es una decisión”.
Hay gente que espera que las alegrías les vengan solas. Y hay gente que vive con alegría pese a las circunstancias. Hace falta más sentido del humor y empatía. Ser alegre te permite reflexionar y te hace mejor persona. Porque, según Küppers, “el que va alegre por la vida no genera follones”.
Quien es alegre muestra grandeza, honestidad y dignidad. Impresiona con su manera de ser. Si eres bueno, eres alegre. Es incompatible ser mala persona y vivir con alegría. Es muy complicado relacionarte cuando alguien no sonríe. Un carácter alegre ayuda en la vida porque ayuda a afrontar los problemas. Además, te proporciona la habilidad para relacionarte con las personas y tener sentido del humor. ¿Y por qué no escoger vivir así?
¿Quieres ser buena persona? Agradece y valora. Ponte ilusiones. Disfruta del ahora. Sé amable. Sé proactivo. Sé bueno. Decide vivir. Medita, para. Sal del bucle. Y, sobre todo, cuida de lo más importante; de tu familia, de tus hijos y de tus amigos. Hay que reivindicar el cariño y el afecto entre nuestros seres queridos. A veces nos damos cuenta de lo que es importante cuando es tarde. Pero la vida es efímera y por eso tenemos que disfrutar del ahora.
Después del comer y el beber, la necesidad más básica del ser humano es sentirse querido, valorado y apreciado. No es cursi decir “te quiero” a quien quieres. Es humano.
Si no haces nada por ilusionarte, el entorno se encargará de desanimarte. No se puede vivir sin ilusiones. ¿No las tienes? Póntelas. Lo mejor de la vida es gratis. Además, la mayoría de problemas pueden resolverse con un abrazo y dos palabras cariñosas, así que no te quejes. Disfruta de las cosas pequeñas del día a día. Ahí encontrarás motivos para ser feliz. Recuerda siempre que tu mejor tú es alguien alegre y luchador.
Tú eliges. No es una frase bonita para acabar. Es la realidad.